GALLETAS DE MANTEQUILLA

     Mi madre tenía dos tías que siempre que venían a nuestra casa o íbamos nosotros de visita, nos preparaban galletas de nata. Pero de nata de verdad, de la de antes, recién sacada de la leche. Uhh... aún recuerdo cuando cogía con la espumadera una capa de 1 o 2 cm de grosor y con eso hacían los dulces: galletas, rosquillas, bizcochos..o simplemente lo untábamos en el pan para merendar. Qué recuerdos!! Y qué sabores.

     Ahora vuelvo a hacer esas galletas, sustituyendo la nata por mantequilla, se que no saben igual, pero se parecen mucho y cada mordisco que doy, me viene a la mente esos momentos tan agradables.

INGREDIENTES

• 450 gr harina
• 140 gr azúcar
• 250 gr mantequilla
• 2 huevos

 

ELABORACIÓN

     Tenemos la mantequilla a temperatura ambiente y la mezclamos en un bol grande con el azúcar. Cuando esté bien mezclado, añadimos 1 huevo y una yema bien batidos. Volvemos a mezclar todo, hasta que quede una cremina compacta.

     Poco a poco vamos añadiendo el harina tamizada (o pasada por un colador). La vamos removiendo y mezclando hasta que nos quede una masa que terminaremos de amasar con las manos. Nos debe quedar compacta. La envolveremos en papel film y dejaremos reposar en el frigorífico entre 1 hora y 1 1/2 horas.

     Transcurrido el tiempo de reposo, cortamos la masa a la mitad y la ponemos entre dos papeles de horno, La estiramos con el rodillo, hasta que nos quede un grosor adecuado ( no muy fina, pero tampoco demasiado gruesa, pues no se cocerían bien). Y con un molde vamos cortando las galletas, que iremos colocando en una bandeja de horno sobre otro papel de horno.

     Vamos cociéndolas durante 15 minutos a 180º - 200º, según el horno.

     Mientras, juntamos los restos de masa y volvemos a extenderla y damos forma al resto de galletas. Así hasta terminar la masa.

CONSEJOS ÚTILES

     Para mezclar, recomiendo utilizar una cuchara de madera, a no ser que tengas un robot de repostería.

     Debéis controlar el grosor de las galletas, que sean todas iguales, porque sino en el horno unas se quemarán, mientras que otras no quedarán bien cocidas.